Inocencia ante el incierto futuro

| 4/16/2009

Pasear por Central Park te sumerge en un submundo de contrastes dentro de la ciudad de los ídems. Como en este caso, donde uno se puede encontrar con la pobreza muy próxima a la felicidad de la infancia, ingenua ante el mundo que se le avecina. Menos mal que agarra la mano de su ángel de la guarda (se puede intuir hasta su ala derecha), quien la custodiará durante los primeros años de su vida.

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